La Premier League demostró este fin de semana porque es considerada la mejor liga del mundo. Lo espectacular, la magia y la grandeza se vieron presentes en el partidazo de la jornada 9, Chelsea-Manchester City. El Chelsea recibía en el Stamford Bridge a los citizens, equipo que los blues no habían podido ganarles en los últimos cinco partidos. Este record no podía seguir y más de la mano de José Mourinho, un entrenador que rompe records donde quiera que vaya.
El primer tiempo fue casi todo blue. El Chelsea comenzó el partido con una presión asfixiante a los de Pellegrini, impidiéndoles crear jugadas en el mediocampo y marcando muy bien en defensa. Era un estilo diferente al Chelsea de las últimas dos temporadas, pero usual en el esquema de Mourinho. El City era un rival sí o sí a vencer y los ojos de los blues debían estar muy abiertos para ganar, y seguir luchando por el título. El Chelsea tuvo muchas ocasiones para anotar. Torres increíblemente falló un mano a mano con Hart, a pase de Ramires que hizo que muchos injustamente volvieran a despotricar en contra del español.
Lo que pocos se esperaban es que Torres, no se derrumbó por el fallo, siguió con garra y ganas de jugar, al grado de crear una asistencia de gol, en el tanto de Schurrle. Torres creó una jugada individual frente a Clichy, donde lo dejó en velocidad y asistió al alemán para el 1-0. La garra era tanta que Torres incluso casi anotó un golazo mediante un disparo de media distancia que pegó en el poste para suerte del City. La defensa blue estuvo impecable ya que permitieron muy pocos disparados al marco de Petr Cech en la primera mitad del partido.
El primer tiempo terminaría con mal sabor de boca para los blues porque no pudieron definir el partido en sus mejores oportunidades. Pellegrini volvió a mostrar su grandeza e hizo que sus jugadores salieran con otra cara en el segundo tiempo. El City comenzó el segundo tiempo con otro estilo, más agresivo y ganándoles las espaldas a los centrales blues. El empate llegó de la mano del Kun Agüero, que llegó antes a la pelota que Cahill y definió de manera magistral contra Petr Cech.
El gol del empate afectó al Chelsea tanto, que le costó unos 15 minutos adaptarse a la presión del City. El equipo necesitaba cambios para revolucionar el partido. La afición quería a Mata, pero lastimosamente José Mourinho tenía pensados otros esquemas. Cuando el equipo necesitaba un revulsivo Mourinho decidió meter a Willian y a Jon Obi Mikel, para brindar más posición y ataque en los tres cuartos de cancha. Con el cambio de Mikel la presión del City bajó, pero el Chelsea no podía recuperar el control del partido. Eto’o entraría al minuto 80 y Mourinho jugó con dos delanteros, una estrategia que se ha visto poco en esta temporada. Eto’o ayudaría a nivelar un partido que muchos lo veían casi perdido.
El empate no le servía a ninguno. El Chelsea no se podía dar el lujo de perder más puntos porque el Arsenal se despegaría aún más en la tabla. Sorprendentemente un error de Nastasic y Hart, fue protagonista para que el Chelsea ganara un partido importante, que da un alivio a los blues, pero que resalta que deben mejorar en muchos aspectos como incluir a Mazacar(Mata, Hazard, Oscar) en el 11 inicial, mejorar en la presión y no bajar el ritmo.
Torres muy atento anotaría un gol merecido por su gran desempeño en este partido. De esta manera el español se reivindicaria con los fans blues, convirtiéndose en el protagonista del Gol, Error y figura del partido. José Mourinho sería junto a Torres los protagonistas de la jornada gracias a su celebración exacerbada con los fanáticos blues. Mourinho es muy criticado por su falta de humildad y exceso de ego según los medios, pero Mou una vez más mostró su lado más humano con los blues, callando miles de bocas y seguramente será parte de las portadas de diarios el día de mañana.
Con la victoria el Chelsea se sitúa en segundo lugar por detrás del Arsenal por dos puntos. Este martes el Chelsea se verá la cara con los Gunners en la Carling Cup, lo cual puede dar un presagio de lo que serán esos duelos por la cabeza de la Premier League.
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